Darwin y los Fueguinos

por Raúl Esperante

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Darwin pasó casi cinco años viajando a lo ancho del mundo durante la expedición científica del barco británico HMS Beagle, dirigida por el capitán Robert FitzRoy.1 Durante este largo viaje Darwin hizo observaciones sobre la naturaleza, grupos humanos y geología de los lugares explorados. Sus notas de viaje fueron publicadas en 1839 en su libro El Viaje del Beagle, y sus observaciones científicas fueron la base para la publicación de sus dos libros más conocidos, El Origen de las Especies (1859) y La Descendencia del Hombre (1871).
Darwin llegó a la Tierra del Fuego, Argentina, en diciembre de 1832, y pasó allí varios meses. En el barco iban cuatro jóvenes Fueguinos que el capitán FitzRoy había capturado tres años antes y llevados a Inglaterra para su “educación” y su “cristianización”. Estos cuatro Fueguinos (tres hombres y una mujer) fueron retornados a Tierra del Fuego con el propósito de evangelizar a los habitantes de aquellas tierras. Darwin había compartido el viaje desde Inglaterra con ellos y, una vez llegados de vuelta a Tierra del Fuego, tuvo ocasión de encontrarse con otros habitantes de la región.En su libro La Descendencia del Hombre, Darwin citó a los Fueguinos como evidencia de que “el hombre desciende de un cuadrúpedo con pelo y cola”, y de que “somos los descendientes de bárbaros.”2 En su Diario Darwin los describió de manera constante como “salvajes” o “bárbaros” y a menudo los comparaba desfavorablemente con los animales, e incluso los consideraba como objetos de diversion y entretenimiento. Darwin afirmó que los Fueguinos eran caníbales, y que “cuando se sentían empujados por el hambre en el invierno, mataban a sus mujeres ancianas antes de matar a sus perros.”
Investigadores posteriores han expuesto las falsedades de las afirmaciones de Darwin y han mostrado que éste estaba grandemente prejuiciado contra muchos grupos humanos no europeos. Se ha demostrado que los Fueguinos no eran caníbales y que Darwin lo sabía. Incluso sabiéndolo, Darwin decidió utilizar esta descripción en su libro La Descendencia del Hombre para beneficio de su argumento sobre la evolución del ser humano desde seres primitivos.3 Leonard Engel, el editor de la edición en inglés de El Viaje del Beagle, corrigió el error de Darwin acerca de las mujeres ancianas. Allí afirma: “Desafortunadamente tanto Darwin como FitzRoy [el capitán del Beagle] estaban equivocados en este punto, porque los Fueguinos no eran caníbales sino que honraban, en lugar de comer, a sus mujeres ancianas. Las mujeres ancianas eran buscadas como segundas o terceras esposas… por su experiencia en el manejo de las canoas y muchas tareas llevadas a cabo por la mujer Fueguina…”4
Una lectura al Diario de Darwin5 nos permite ver las contradicciones en las que Darwin entró al evaluar el “primitivismo” de los Fueguinos. En su encuentro con ellos, Darwin observa que estos tienen una elevada capacidad de mímica: a menudo imitaban los sonidos y repetían exacta y correctamente las palabras que decían los marineros ingleses, algo que, según Darwin, los europeos no eran capaces de hacer. Esto, en lugar de considerarlo una capacidad desarrollada, Darwin lo vio como un rasgo primitivo. Él se preguntó si esta habilidad era “una consecuencia de hábitos de percepción más perfeccionados y de sentidos más entusiastas.” ¿Como podía Darwin preguntarse eso y al mismo tiempo afirmar que los Fueguinos eran primitivos? Darwin afirmó que el lenguaje de los Fueguinos era primitivo, carecía de articulación y se basaba en ruidos, gestos y gritos, parecido al lenguaje de los primates más primitivos. Sin embargo, Lucas Bridges, nacido y criado en Tierra de Fuego, de padre misionero anglicano, y bilingüe en inglés y yahgan (la lengua de los habitantes de Tierra del Fuego), afirmó que el lenguaje de aquella gente era complejo y muy rico, mucho más que el español o el inglés. Bridges, dice que los  “yahgans tenían, por lo menos, cinco palabras para ‘nieve’. Para ‘playa’ tenían incluso más, dependiendo … de la posición de la playa en relación con el que habla, la dirección en la que está, si el que habla tiene tierra o agua entre la playa y si mismo—etc. Para los vínculos familiares … los yahgans tenían hasta cincuenta palabras diferentes, cada una descriptiva de una relación particular.”6 Darwin mismo había convivido durante varios meses con los tres Fueguinos que habían sido repatriados desde Inglaterra, los cuales, según el propio Darwin, mostraron una sorprendente capacidad de aprender idiomas, incluyendo inglés, portugués y español, algo que el propio Darwin, tan avanzado y culto, no fue capaz de hacer. Definitivamente, no se podia decir que los Fueguinos fueran personas promitivas, atrasadas y sin la capacidad intelectual de cualquier humano medio, como pensaba Darwin.
 Años más tarde, y mucho antes de la muerte de Darwin, el explorador inglés William Parker Snow visitó Tierra del Fuego y su informe fue totalmente diferente. Este explorador observó el complejo lenguaje de los Fueguinos, su desarrollado sentido de la autoridad, la comunidad, el respeto, organización y comunicación familiar, y el interés en el comercio y la propiedad.7
 Todos estos aspectos indican que Darwin estaba prejuiciado para considerar a los Fueguinos como poco desarrollados acorde con su idea de evolución del ser humano desde primates primitivos. Darwin necesitaba grupos humanos que mostraran características que él, a priori, había categorizado como primitivas y poco desarrolladas. Él estaba viendo a los Fueguinos desde el prisma de un ciudadano acomodado en la sociedad victoriana de la Inglaterra del siglo XIX, y todo lo demás era considerado inferior. Pero los Fueguinos no eran un pueblo primitivo y salvaje, sino altamente desarrollado para sobrevivir en un ambiente y clima no propicio para la vida, y en el que los humanos superdesarrolados del continente europeo no consiguieron establecerse hasta décadas más tarde. Por supuesto, Darwin ni lo intentó. ◀
Referencias
1 La expedición salió del puerto de Plymouth Sound el 27 de diciembre de 1831 y regresó el 2 de octubre de 1836. Darwin pasó tres años y tres meses explorando Sudamérica, Australia, Nueva Zelanda, y Africa, y 18 meses navegando.
2 Darwin C. 1871. The Descent of Man and Selection in Relation to Sex. London: John Murray, pp. 609 y 618-619. Traducido al español por este autor.
3 Chapman, Anne. 2006. Darwin in Tierra del Fuego, Imago Mundi, Buenos Aires, pp. 7–8
4 Darwin, C. Voyage of the Beagle. Edición de 1962. Editado por Leonard Engel, pp. 214–15, nota 4.
5 Darwin, C. 1839. The Voyage of the Beagle, capítulo 10—Tierra del Fuego. http://www.literature.org/authors/darwin-charles/the-voyage-of-the-beagle/chapter-10.html. Accedido el 24 febrero 2014.
6 Bridges, L. 1948. Uttermost Part of the Earth, Hodder & Stoughton, Londres, pp. 34-35, nota 1.
7 Snow, W.P. 1861. A few remarks on the Wild Tribes of Tierra del Fuego from Personal Observation. Transactions of the Ethnological Society of London, 1, pp. 261–67.