El Vuelo de las Aves. ¿Adquirido o Diseñado?

por Timothy Standish
Ave 01
Recientemente he volado a Londres en el nuevo Boeing 787 Dreamliner. A pesar de lo que los medios de comunicación han transmitido acerca de los avances de este avión, la experiencia no fue diferente de lo que he experimentado en otros innumerables vuelos.
Desde mi perspectiva, los asientos son demasiado pequeños y duros, y están demasiado juntos. Eso no quiere decir que no hubo diferencias; las ventanas son más grandes y proporcionan una buena vista de las alas del avión y del exterior.
Para entender por qué el Dreamliner es un avión tan revolucionario hemos de mirar debajo de su piel. Desde fuera parece ser un avión relativamente normal con el número habitual de alas y motores de propulsión, un cuerpo tubular largo, cola vertical y estabilizador horizontal. Las diferencias entre el Dreamliner y otras aeronaves están en los materiales utilizados—abundante fibra de carbono en lugar de aluminio—el uso de electricidad en lugar de sistemas hidráulicos para mover las superficies de control y el método de producción, distribución y montaje de los componentes de la aeronave. Por supuesto, hay muchas otras diferencias cuando uno se fija en los detalles, en particular en los motores de propulsión que hacen estos nuevos aviones más eficientes, pero el asunto es que sin un examen cuidadoso, el Dreamliner fácilmente podría ser confundido con una variación de avión normal en lugar de algo verdaderamente revolucionario.
Algo similar podría decirse de los colibríes. Superficialmente parecen aves comunes aunque bastante pequeñas, con dos alas, una cola, plumas, un pico y otros rasgos. Pero los colibríes son aves revolucionarias porque tienen características anatómicas que les permiten mover sus alas de formas que otras aves son incapaces. Esto les permite flotar como un helicóptero y volar en cualquier dirección. Esto es un gran logro, como han descubierto los desarrolladores de los aviones Hawker Harrier y F-35 Lightning, ambos de aterrizaje vertical. Al igual que no es posible ir de un avión normal F-35, un F-35A, o un F-35C, a un F-35B de aterrizaje vertical, en pequeños pasos incrementales, la adquisición de adaptaciones específicas en colibríes a través de pequeños pasos graduales parece problemática.2
Este es un problema significativo a la hora de explicar el origen de los colibríes mediante los mecanismos darwinianos de mutación y selección. Fue Darwin quien señaló en el capítulo seis de El Origen de las Especies que, "si se pudiera demostrar que existe cualquier órgano complejo, que no pudo haber sido formado por numerosas modificaciones pequeñas y sucesivas, mi teoría se derrumbaría absolutamente". Darwin añadió: "Pero no puedo encontrar ningún caso". A nivel molecular, se han propuesto muchos ejemplos que parecen encajar en el criterio de Darwin para el derrumbe de su teoría, pero Darwin no era consciente de ello. Los darwinistas han hecho varios intentos de abordar estos desafíos (a veces unidos a estridentes denuncias de la ignorancia de aquellos que sugieren que tales ejemplos pueden ser un problema para el darwinismo materialista).

Cuando se trata del origen de los colibríes, no es posible imaginar muchos productos intermedios que satisfagan la obligación materialista de mantener cualquier creador fuera de escena. 

Al igual que los sistemas moleculares irreduciblemente complejos, el paquete de adaptaciones que permite a los colibríes sus excepcionales habilidades de vuelo es un desafío para el Darwinismo, particularmente si se tiene en cuenta el requisito darwiniano de que cada cambio incremental de alguna forma aumenta la aptitud de las formas intermedias. Los colibríes son únicos entre los vertebrados en cuanto a que utilizan sus alas de una manera similar a la forma en la que lo hacen algunos insectos—tales como las abejas. En lugar de un esqueleto de ala compuesto principalmente de húmero (brazo), radio y cúbito (antebrazo), y los huesos de la muñeca y de la mano formando una minoría del ala, en los colibríes una porción grande del ala se compone de los huesos fusionados de la muñeca y la mano. La articulación del hombro está modificada para permitir el movimiento hacia arriba y hacia abajo del ala, así como un mayor grado de torsión. Esto parece ser en gran parte el secreto de por qué el vuelo de los colibríes es similar al de los insectos, en el cual tanto el aleteo hacia arriba como el aleteo hacia abajo proporcionan elevación. Estas modificaciones del hombro y del ala se combinan con músculos pectorales compuestos casi exclusivamente de fibras de tipo I, que permiten el ejercicio prolongado (normalmente a expensas de la velocidad en otros organismos, pero aparentemente no en los colibríes), con una reconfiguración de la inserción del tendón que permite contracciones musculares muy cortas para mover el ala a través de todo su aleteo, con un cerebro para coordinar las cosas y con otras muchas adaptaciones, todo resultando en la capacidad de los colibríes de zumbar en el aire como lo hacen los abejorros.

Plane 787

Los aviones comerciales son aparatos de altísima sofisticación tecnológica, fabricados con avanzados materiales y diseñados por ingenieros que han pensado en todos los detalles, desde el tamaño de las ventanillas hasta la composición de los asientos. ¿Sería posible que un avión resultara del montaje accidental de sus piezas? Como dijo el famoso astrónomo Fred Hoyle, “Un desguace contiene todas las piezas de un Boeing 747, desmontadas y separadas. Un tornado pasa por el desguace. ¿Cuál es la probabilidad de que después de pasar el tornado apareciera un avión Boeing 747 completamente armado, listo para volar?” (F. Hoyle, 1983. The Intelligent Universe, p. 19). Los humanos sabemos que los objetos sofisticados no surgen al azar, por cambios no guiados, sino por la intervención de un ser inteligente que los diseña y los monta. ¿Por qué entonces los evolucionistas insisten en explicar las complejas estructuras biológicas como el resultado de procesos no guiados de mutación y selección natural?

 Cuando se trata del origen de los colibríes, no es posible imaginar muchos productos intermedios que satisfagan la obligación materialista de mantener cualquier creador fuera de escena. Sin embargo, hay buenas razones por las que algunas historias son más convincentes que otras. La mayoría de la gente racional piensa en brillantes ingenieros como una explicación razonable para los aviones Boeing 787 Dreamliner y F-35B, particularmente para aquellas características que representan un salto cuantitativo por delante de otras aeronaves actuales. Esto es porque, universalmente en la experiencia humana, los avances tecnológicos han necesitado mentes brillantes ideando soluciones originales para problemas específicos.

Colibri

Los colibríes son criaturas de extraordinaria complejidad capaces de sofisticados movimientos en el aire. Pueden volar sin cesar durante muchas horas. El corazón del colibrí late unas 1260 veces por minuto. Para conservar energía cuando duermen o la comida es escasa, son capaces de alcanzar un estado parecido al de la hibernación haciendo descender su tasa metabólica a 1/15 de su tasa normal. Cuando el día se torna más cálido y su temperatura corporal aumenta, entonces su tasa metabólica vuelve a  elevarse. Pueden volar a velocidades de 15m/s, y son las únicas aves que pueden volar hacia atrás. Tambíén hacen rápidos giros en el aire.

Citando a Louis Pasteur un poco fuera de contexto, "la oportunidad favorece solamente a la mente preparada".3 Cuando se producen eventos fortuitos, no se aumentan los conocimientos más de lo que se aumenta la función de los objetos diseñados. El progreso se consigue cuando dichos eventos fortuitos son observados por alguien que ve cómo lo que ha sido observado resuelve algo que le interesa y aplica la nueva información. En otras palabras, el observador debe tener un objetivo en mente para que una observación sea útil, bien para entender algo o para encontrar una solución a un problema. El Darwinismo materialista rechaza a priori la participación de mente alguna en la creación de los seres vivos, más aún una "mente preparada", así que el salto cuántico de diseño necesario para el rediseño del ala del colibrí y sus complejos movimientos sólo puede ser el resultado de cambios no guiados en la forma de los huesos, inserciones de ligamentos accesorios, modificaciones de la conducta y así sucesivamente. El tipo de adaptaciones que permite a los colibríes flotar en el aire o volar hacia atrás se explicaría normalmente como un producto de diseño, de la misma manera que las ventanas más grandes de un Dreamliner son el resultado de un proceso de producción novedoso. Por razones filosóficas, el Darwinismo materialista rechaza esta explicación. ¿Existen otras evidencias para la evolución de las aves que apoyarían la afirmación de que las adaptaciones del colibrí a su particular estilo de vida evolucionaron gradualmente vía "numerosas pequeñas modificaciones sucesivas?" No realmente. De hecho la evidencia que tenemos apunta en la dirección opuesta. Los colibríes fósiles, que no son comunes, están completamente formados y presentan las adaptaciones que asociamos con su capacidad única de vuelo. Por esta razón los pocos fósiles disponibles pueden ser claramente identificados como colibríes.

 No se han encontrado productos intermedios con especies de aves más genéricas. El ejemplo más cercano es probablemente Eocypselus rowei, un excelente fósil encontrado en la formación de Green River del Eoceno de Wyoming, EEUU. Lo increíble de este fósil particular es que su contorno plumoso se conserva permitiendo la reconstrucción de lo que fueron originalmente sus alas. Debido a que sus alas han sido reconstruidas como intermedias entre las alas largas y delgadas de otras aves y las alas relativamente cortas de colibríes, el Eocypselus ha sido propuesto como un antepasado de ambos tipos de aves modernas. Puede ser cierto que E. rowei tuviera alas intermedias en morfología, pero también es cierto que "no muestra las modificaciones para el deslizamiento continuo utilizado por vencejos ni las modificaciones para el estilo de vuelo cernido utilizado por colibríes."4 Este hermoso fósil en realidad no aporta nada a la cuestión de cómo los colibríes o vencejos desarrollaron modos profundamente diferentes pero igualmente sorprendentes de vuelo.5

Notas

1 Para una discusión reciente sobre de las adaptaciones que vemos en colibríes y que posibilitan el vuelo en aleteo, ver: Hedrick TL, Tobalske BW, Ros IG, Warrick DR, Biewener AA. 2011. Morphological and kinematic basis of the hummingbird flight stroke: scaling of flight muscle transmission ratio. Proceedings of the Royal Society B. published online doi:10.1098/rspb.2011.2238.
2 Esta declaración de Pasteur, ampliamente citada, la hizo durante una conferencia que impartió en la Universidad de Lille en 1854.
3 Ksepka, DT, Clarke JA, Nesbitt SJ, Kulp FB, Grande L. 2013. Fossil evidence of wing shape in a stem relative of swifts and hummingbirds (Aves, Pan-Apodiformes).Proceedings of the Royal Society B. 280(1761) doi:10.1098/rspb.2013.0580.
4 Los vencejos alcanzan velocidades de vuelo más de 110 km/h, convirtiéndose en candidatos a las aves más rápidas en vuelo nivelado. Aves más rápidas, como halcones, alcanzan velocidades más altas con la ayuda de la gravedad cuando descienden en picado.
5 Mayr G. 2004. Old world fossil record of modern-type hummingbirds. Science 304:861-864.